¿Qué tratamiento de superficie de implantes dentales es más efectivo?
En la búsqueda de mejorar la tasa de éxito de los implantes dentales, los tratamientos de superficie como el SLA (chorro de arena, granallado grueso y grabado ácido) y el RBM (medio de chorreado reabsorbible) se han convertido en pioneros. Cada modificación de la superficie del implante emplea un enfoque distinto para aumentar su superficie, mejorando así la osteointegración, el proceso crucial mediante el cual el hueso se integra con el implante. Mientras que el tratamiento SLA combina chorreado mecánico y grabado químico para crear microcavidades que imitan las estructuras naturales del cuerpo y mejoran la adhesión celular, el tratamiento RBM se basa en la alteración física de la superficie del implante mediante partículas biocompatibles y reabsorbibles para promover la cohesión ósea.
Determinar el tratamiento de superficie de implantes dentales más eficaz depende de comprender estos procesos en detalle, incluidas sus propiedades biológicas y mecánicas, y su impacto en el éxito a largo plazo de los implantes dentales.
SLA - Significa arenado, grano grueso, grabado ácido.
El tratamiento de superficie de los implantes dentales SLA busca mejorar las propiedades del implante dental, pero manteniendo intactas sus cualidades rudimentarias.
Proceso de tratamiento de SLA:
La superficie del implante es granallada con partículas de corindón de óxido de aluminio, adquiriendo microrrugosidad.
El siguiente paso es sumergir el implante en una mezcla de alta temperatura de ácidos sulfúrico y clorhídrico; el resultado es que se formarán microcavidades de 2 a 4 micrones.
Punto de vista biológico del SLA:
Al igual que en el intestino delgado, donde las células de la mucosa contienen microvellosidades, que son pequeñas proyecciones similares a pelos, que aumentan la superficie del intestino delgado permitiendo que se absorba más área para que se absorban los nutrientes, el tratamiento de la superficie del implante SLA logra un mecanismo biológico similar.
Al aumentar la superficie del implante, permitimos una mejor proliferación de osteoblastos y adhesión celular, aumentando así el contacto hueso-implante, dando como resultado un excelente proceso de osteointegración.
RBM – Significa medio de explosión reabsorbible.
La idea central del tratamiento de la superficie de los implantes dentales RBM es generar una superficie más rugosa. Esta superficie aumenta la superficie total del implante, lo que permite una mayor cohesión y retención del hueso para el implante, mejorando así su osteointegración.
Proceso de tratamiento de RMB:
Se consigue mediante “granallado de partículas a alta velocidad” utilizando partículas de fosfato tricálcico beta endurecidas, adecuadas y reabsorbibles.
Luego de la abrasión mecánica, las partículas de calcio sobrantes se limpiaron grabando la superficie con ácido orgánico de baja concentración, sin dejar residuos y evitando la restauración de la superficie de titanio del implante.
Propiedades mecánicas y biológicas del RBM:
La osteogénesis exitosa alrededor del implante se obtiene debido al diámetro de poro homogéneo creado y a la superficie uniforme. bTCP (fosfato beta-tricálcico) es una sustancia reabsorbible y biocompatible utilizada en injertos óseos aloplásticos. bTCP no se penetra profundamente en la superficie del implante y no se aloja dentro del cráter creado físicamente.
En caso de que existan restos de bTCP en la superficie del implante, estos aumentan el valor osteogénico del implante debido a las propiedades osteoconductoras que posee, permitiendo que sea completamente reabsorbido y reemplazado por nuevas células óseas.
Conclusión:
En conclusión, tanto los tratamientos de superficie SLA como RBM representan avances significativos en la tecnología de implantes dentales, cada uno con sus propias ventajas y desventajas. El tratamiento SLA, caracterizado por el arenado con partículas de corindón y el proceso de grabado ácido, crea microrrugosidades y microcavidades que imitan las estructuras naturales del cuerpo. Esto no solo mejora la proliferación de osteoblastos y la adhesión celular, sino que también acelera el proceso de osteointegración, lo que lo convierte en un tratamiento altamente efectivo para mejorar el contacto hueso-implante. Por otro lado, el tratamiento RBM, que emplea granallado de partículas de alta velocidad con fosfato tricálcico beta reabsorbible, ofrece una superficie más rugosa que promueve la cohesión y la retención ósea. La reabsorbilidad de las partículas de bTCP aumenta el valor osteogénico del implante, contribuyendo a la osteogénesis exitosa alrededor del mismo.
Sin embargo, cada superficie de implante tiene sus propias consideraciones. El agresivo proceso de grabado químico de SLA, si bien es eficaz para aumentar la superficie, requiere un control minucioso para preservar la integridad del implante. Por otro lado, la dependencia de RBM de partículas de bTCP exige una limpieza exhaustiva para evitar efectos adversos de los materiales residuales. En definitiva, la elección entre los tratamientos de superficie de SLA y RBM debe basarse en el contexto clínico específico, la calidad ósea del paciente y los resultados deseados. Ambos tratamientos ofrecen resultados prometedores; sin embargo, su eficacia solo puede optimizarse si se aplican con un conocimiento profundo de sus propiedades y los mecanismos biológicos que buscan mejorar.